Trump vuelve a criticar el Rusiagate pero la Casa Blanca dice que no echará a Mueller
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, redobló su ataque a la investigación del Rusiagate al insistir hoy en que es una "¡CAZA DE BRUJAS total con conflictos de intereses enormes!", horas después de que la Casa Blanca desmintiera especulaciones de que el mandatario quiere echar al fiscal especial que lleva el caso.
Luego de que legisladores del oficialismo republicano advirtieran de repercusiones negativas si Trump despide al fiscal Robert Mueller, el abogado de la Casa Blanca, Ty Cobb, dijo anoche en un comunicado que el presidente no estaba considerando hacerlo.
Las conjeturas fueron disparadas por el propio Trump con varios tuits publicados durante el fin de semana y dirigidos directamente -y por primera vez con su nombre- contra Mueller, que investiga si Rusia interfirió en las presidenciales de 2016 en Estados Unidos y si se confabuló con la campaña del republicano para favorecerlo.
En los mensajes, el mandatario cuestionó la existencia misma de la investigación e insinuó que tiene un sesgo demócrata, luego de haber expresado durante meses su frustración por la prolongada y cada vez más ramificada pesquisa y de haber negado de manera vehemente algún tipo de complot entre su campaña y Rusia.
Tan solo unos pocos días después de que Trump despidiera al jefe del FBI James Comey, quien estaba investigando a funcionarios del gobierno por el Rusiagate, en mayo pasado, el Departamento de Justicia nombró a Mueller como fiscal especial para dirigir la pesquisa, luego de que los demócratas exigieran un investigador independiente.
Ayer, Trump arremetió contra el equipo de Mueller, un día después de que su abogado solicitara cerrar la causa.
"¿Por qué el equipo de Mueller tiene 13 demócratas de línea dura, algunos de ellos grandes simpatizantes de la Corrupta Hillary (Clinton), y cero Republicanos? Hace poco añadieron a otro demócrata... ¿Alguien cree que esto es justo? Y sin embargo, ¡NO HUBO CONSPIRACIÓN (con Rusia)!", escribió en su cuenta de Twitter.
El tuit reavivó la impresión de que Trump podría estar pensando en despedir a Mueller, quien precedió a Comey al frente de la CIA, y Cobb buscó contrarrestar esa opinión.
"En respuesta a especulaciones mediáticas y a preguntas relacionadas que se están haciendo a la administración, la Casa Blanca confirma una vez más que el presidente no está considerando ni discutiendo despedir al fiscal especial Robert Mueller", dijo el letrado en una nota oficial, informó la agencia de noticias EFE.
El sábado, el abogado personal del presidente, John Dowd, pidió el fin de esa investigación al considerar que fue "manufacturada" por Comey basado en un informe "fraudulento y corrupto" sobre el mandatario y Rusia.
En su tuit de ayer, el mandatario omitió señalar que Mueller es republicano y fue nominado en 2001 como director del FBI por un presidente de ese partido, George W. Bush. Incluso varios senadores de las filas republicanas rechazaron fuertemente los dichos del presidente.
En la misma línea, Trump también retomó ayer sus críticas a Andrew McCabe, que hasta enero era el "número dos" del FBI y fue despedido el viernes -en vísperas de jubilarse- por el fiscal general, Jeff Sessions. Lo acusó de haber hecho "una filtración no autorizada a un medio de comunicación".
McCabe denunció que su despido era un intento para desacreditarlo como testigo en la investigación de Mueller, y varios medios revelaron que, igual que Comey, él también tomó notas de cada uno de sus contactos con Trump y se los entregó al fiscal.
Trump minimizó ese dato al asegurar que estuvo "muy poco tiempo con Andrew McCabe" y que "nunca tomó notas cuando estaba" con él.
"No creo que hiciera informes excepto para apoyar sus propios intereses, probablemente en una fecha posterior. Lo mismo con el mentiroso James Comey. ¿Podemos llamarlos Falsos Informes?", tuiteó el jefe de la Casa Blanca.
Los mensajes del magnate republicano desataron las reacciones de legisladores demócratas pero también de los republicanos.
"Nuestros colegas republicanos, en particular el liderazgo, tienen una obligación con nuestro país de dejar claro ahora mismo que despedir a Mueller es una línea roja para nuestra democracia, que no debe cruzarse", sostuvo el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, en un comunicado.
Por su parte la senadora republicana Lindsay Graham dijo a la cadena CNN que si Trump intenta despedir a Mueller "sería el principio del final de su Presidencia, porque este país respeta la ley".
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