Bolivia: El Gobierno de facto afirmó que "lo políticamente correcto sería meter bala" al pueblo que protesta contra el retraso de las elecciones

El ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, afirmó que "lo políticamente correcto sería meter bala" a los manifestantes que hace nueve días protestan contra el retraso de las elecciones presidenciales, pospuestas ya dos veces, por lo que el expresidente Evo Morales pidió no caer en provocaciones y exigió la convocatoria de comicios "con fecha definitiva e inamovible".

"No debemos caer en las provocaciones que nos quieren llevar a la violencia. Solo con el pueblo en el poder democrática y pacíficamente podremos resolver las crisis y eso significa elecciones ya, con fecha definitiva e inamovible", tuiteó Morales, tras las polémicas declaraciones de Murillo.

En medio de una crisis político-social atizada por las sucesivas postergaciones de los comicios presidenciales, Bolivia cumplió hoy su noveno día de protestas, convocadas con cortes de ruta por la Central Obrera Boliviana (COB) y sectores aliados al exmandatario.

Si bien este fin de semana hubo dos intentos de diálogo con el Gobierno de facto de la presidenta Jeanine Áñez, estos no prosperaron, informó el diario Los Tiempos.

Ante esta situación de bloqueo, el ministro de Interior aseguró anoche, en una entrevista con la cadena CNN, que "lo políticamente correcto sería meter bala", aunque luego consideró que aún es posible resolver el conflicto antes de una eventual intervención militar.

“Nosotros estamos tratando de evitar una guerra civil en este país, tenemos las horas contadas para ello”, dijo Murillo.

Sin embargo, advirtió que si no hay acuerdo “no va a quedar otra forma que actuar con la mano más dura, con la ley en la mano”.

Los piquetes con neumáticos, piedras o escombros se mantienen en regiones donde la tensión es más notoria como la central Cochabamba, en lugares estratégicos que conectan con Santa Cruz, la mayor ciudad de Bolivia y capital financiera del país, o La Paz, sede del Gobierno y del Parlamento bolivianos.

La situación complica aún más la crisis sanitaria por Covid-19 en el país, con una falta de suministros creciente en numerosos hospitales.

“El colapso de los hospitales es total, están carentes de equipos de bioseguridad, insumos, medicamentos”, denunció hoy el representante del Sindicato de Ramas Médicas de Salud Pública, Carlos Nava, en referencia a los centros en Cochabamba.

La falta de provisiones también está afectando a las cooperativas, que pidieron el levantamiento de los bloqueos para poder ingresar alimentos, insumos y medicamentos.

"Con esto de las movilizaciones, el sector de las cooperativas, que somos independientes, estamos siendo bastante perjudicados", por lo que "pedimos a esos sectores que deben deponer actitudes", sostuvo el presidente de la Confederación Nacional de Cooperativas de Bolivia, Edgar Percy Bautista.

Ayer, el ministro de Defensa, Luis Fernando López, aseguró que el Movimiento Al Socialismo (MAS), del expresidente Morales, y las movilizaciones buscan “desestabilizar” al Gobierno para asumir el poder “por la ventana”.

Pese a que el Tribunal Superior Electoral garantizó el 18 de octubre como el día de las elecciones generales, las personas que cortan las rutas piden ahora la renuncia de Áñez, quien retrasó las elecciones en dos ocasiones con el pretexto de la pandemia.

Estos comicios están pendientes desde la anulación de los de octubre de 2019 tras una serie de denuncias de fraude, aún bajo investigación judicial, y una rebelión militar que obligó a Morales a abandonar el país y refugiarse en Argentina.

La tensión política y social se disparó con los piquetes y grupos contrarios a las protestas empezaron a actuar con mano propia desde el pasado domingo en distintos puntos del país

De todas estas acciones intentó sacar rédito hoy el candidato presidencial y exdirigente cívico cruceño Luis Fernando Camacho, quien afirmó haberlas propiciado, a la vez que criticó la "ausencia total" de las autoridades en los bloqueos y anunció que el Comité Cívico Pro Santa Cruz asumirá las responsabilidades de la situación.

Camacho pretende así recuperar el protagonismo que tuvo en la presión que derivó en noviembre pasado en la renuncia de Morales, asfixiado por movilizaciones cívicas, un motín policial y la falta de apoyo del Ejército.

En tanto, en un nuevo choque de poderes con el Ejecutivo, el Senado -de mayoría opositora- aprobó hoy el proyecto de ley que obliga a las exautoridades de los tres niveles de Estado a permanecer en el país por tres meses luego de la finalización de su mandato.

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