Israel: Al menos tres personas fueron detenidas en una protesta contra la reforma judicial

Al menos tres personas fueron detenidas en una protesta contra la reforma judicial israelí que terminó con violenta cuando un grupo de vecinos salió a enfrentar a los manifestantes y la Policía reprimió con granadas de humo.

Los manifestantes se congregaron en Kfar Uria, una localidad rural del centro de Israel, tras enterarse que el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, uno de los principales impulsores de la reforma judicial junto al primer ministro, Benjamin Netanyahu, se encontraba allí para pasar el sabbat.

La protesta también estuvo centrada en reclamos por el femicidio, ayer, de una mujer en Haifa a manos de su marido. La mujer ya había denunciado a su marido por violencia.

"¿Dónde estabas cuando fue asesinada Darya?", corearon los manifestantes frente a la sinagoga donde estaba Ben Gvir, según el diario The Times of Israel.

La protesta se tornó violenta cuando vecinos de la localidad llegaron a lugar para una contramarcha coreando consignas y arrojando petardos y piedras contra los manifestantes antigubernamentales.

"Los izquierdistas malolientes deben morir", coreaban esos vecinos, según el diario Haaretz.

Alguien incluso usó un extintor de fuego contra los manifestantes, informó el portal de noticias Walla y agregó que entre los locales hubo quienes salieron en defensa de los que salieron a protestas contra la reforma judicial.

La Policía detuvo a un individuo por lanzar piedras contra los manifestantes y a dos participantes de la protesta por "desorden público" y negativa a obedecer las órdenes de un agente.

El diario Yedioth Aharonoth dijo que la Policía reprimió con granadas de humo.

La reforma judicial es cuestionada por un sector que afirma que servirá para limitar las prerrogativas de la Corte Suprema y, en ese sentido, lo ven como una amenaza a la democracia.

El martes, la reforma judicial contra la que miles de israelíes protestan hace 10 semanas superó un primer paso cuando el Parlamento aprobó en primera lectura una ley clave de la iniciativa, que limita la capacidad de la Corte Suprema para anular textos considerados inconstitucionales.

El texto fue aprobado en la Knéset por 61 votos a favor y 52 en contra, pero aún debe pasar dos lecturas más antes de convertirse en ley.

La reforma, que en concreto traspasa atribuciones del Poder Judicial al Parlamento, es considerada por opositores y expertos como un retroceso en materia de separación de poderes y un "golpe judicial".

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