Israel: Benjamin Netanyahu aplazó el proceso de reforma judicial

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aplazó hoy el proceso de adopción parlamentaria de una polémica reforma judicial, luego de meses de protestas masivas que alcanzaron su clímax esta semana.

"Cuando hay una posibilidad de impedir una guerra civil mediante el diálogo, como primer ministro hago una pausa para el diálogo", declaró Netanyahu en un mensaje a la nación televisado al cierre de una convulsa jornada.

El premier anunció que la adopción de los distintos proyectos de ley de la reforma se aplazaba a la próxima sesión parlamentaria que se abrirá tras las vacaciones de la Pascua judía, del 5 al 13 de abril, cediendo así en parte a las exigencias de los opositores.

Inmediatamente después del anuncio, la Histadrut, la principal confederación sindical del país, proclamó el fin de la huelga general convocada unas horas antes.

El jefe de la oposición israelí, Yair Lapid, dijo estar "dispuesto a entablar un verdadero diálogo", pero solo si la legislación se detiene "totalmente".

El exministro de Defensa y ex jefe de las Fuerzas Armadas israelíes Benny Gantz, otras de las principales figuras opositoras, también expresó su beneplácito por la decisión.

"Más vale tarde que nunca", dijo.

El presidente de Israel, Isaac Herzog, dio la bienvenida a la pausa y dijo que era “hora de una discusión franca, seria y responsable que conducirá urgentemente a calmar los ánimos y apagar las llamas”.

Estados Unidos, gran aliado de Israel, aplaudió la medida, que "da más tiempo para encontrar un compromiso", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.

En su mensaje a la nación, Netanyahu dijo que quería dar tiempo para buscar un compromiso con sus oponentes políticos sobre la polémica iniciativa, que fue una de sus promesas de campaña antes de ganar las elecciones de noviembre pasado y de asumir el Gobierno, en diciembre.

Agregó que era consciente de las crecientes tensiones en la sociedad israelí y de la voluntad de resolverlas.

No obstante, afirmó que hay una "minoría extremista" que está "desgarrando a Israel" y condenó la decisión de soldados reservistas de no servir en el Ejército en rechazo a la reforma del sistema judicial,

Ayer, miles de personas salieron a protestar de manera espontánea por las calles de la ciudad capital Tel Aviv después de que Netanyahu cesara al ministro de Defensa, Yoav Gallant, por pedir una suspensión de un mes en el proceso legislativo de aprobación de la reforma.

Tras los disturbios que se produjeron, el presidente Herzog había hecho un llamado "a detener inmediatamente el proceso legislativo".

Hoy, una multitud -unos 80.000 manifestantes, según la prensa local- volvió a salir a la calle en Jerusalén para protestar contra la reforma.

Por la noche, una contramanifestación, con miles de participantes, tuvo lugar no muy lejos de la primera.

También hubo movilizaciones contra la reforma en Tel Aviv y en la norteña ciudad de Haifa.

"Pedimos al gobierno que detenga esta reforma de locos", dijo Keren Mimran, una manifestante de 57 años que trabaja en el sector de la alta tecnología, a la agencia de noticias AFP.

También hoy, antes del anuncio de Netanyahu, la comisión parlamentaria de leyes votó en favor de uno de los elementos clave de la reforma: el proyecto de ley por el que se modifica el proceso de nombramiento de los jueces.

La reforma promovida por el gobierno de Netanyahu, el más de derecha de la historia de Israel, busca incrementar el poder de los políticos sobre los jueces y disminuir el rol de la Corte Suprema.

Netanyahu -que enfrenta causas de corrupción- y sus aliados ultraortodoxos y de extrema derecha defienden el cambio con el argumento de que debe equilibrarse la correlación de fuerzas entre los cargos electos y la Corte Suprema, a la que consideran politizada.

Sus detractores consideran que la reforma amenaza la separación de poderes y el carácter democrático del Estado de Israel.

El rechazo al proyecto generó en los tres últimos meses uno de los mayores movimientos populares de protestas de la historia del país.

Hoy, las principales organizaciones patronales se distanciaron del llamado a la huelga pero pidieron diálogo para detener el proceso.

Muchas empresas privadas --bancos, aseguradoras, cadenas de ropa y de restauración-- se sumaron a la huelga, en un hecho poco habitual en el país.

El paro afectó también los vuelos en el aeropuerto internacional Ben Gurión, cerca de Tel Aviv.

En un discurso televisado, Netanyahu se comprometió a "poner fin a la división", pero reiteró su determinación con hacer avanzar la reforma.

Al día siguiente, el primer ministro fue llamado al orden por la justicia, que consideró "ilegal" su intervención pública a propósito de la reforma judicial, dado que está implicado en procesos por soborno, fraude y abuso de confianza, cargos que él niega.

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