Los productores de arándanos de la Mesopotamia Argentina ya proyectan las condiciones para encarar la cosecha 2020

A partir de agosto las plantaciones de arándanos de Entre Ríos y Corrientes comienzan con la cosecha de variedades tempranas, pero desde el sector arandanero expresan preocupación por la falta de vuelos que se requiere para la exportación del producto.

En plena pandemia y con perspectivas de ingreso en la fase de "nueva normalidad", los productores de arándanos de la Mesopotamia Argentina ya proyectan las condiciones para encarar la cosecha 2020 con nuevas medidas de seguridad.

Los productores están elaborando un protocolo junto a especialistas para comenzar, partir de agosto, con la cosecha de variedades tempranas en las plantaciones de Entre Ríos y Corrientes.

Sin embargo, la cancelación de vuelos hasta el 1 de septiembre frenaría las exportaciones de las variedades, en el marco de un aumento mundial del consumo de frutas por la pandemia: el arándano se revaloriza en Estados Unidos, un país que con 300 millones de habitantes registra un consumo anual promedio de 800 gramos por persona.

Alejandro Pannunzio, presidente de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia Argentina (Apama), expresó que “para las Jornadas de Apama, que serán en agosto de forma virtual, confirmó su presencia un experto en comercio de frutas de California y él ya nos anticipó que el arándano en Estados Unidos tiene una expectativa de crecimiento porque la gente valora el antioxidante de la fruta. Y desde Bélgica otro de los expositores de las jornadas, Juan González, nos confirma que el consumo de frutas creció 13 % en lo que va del año. Es decir, el mercado va a estar, ahora qué precio puede pagar el consumidor es la incertidumbre”.

Suspensión de vuelos

Pannunzio hizo referencia al panorama comercial del sector: “Tenemos la misma incertidumbre de todos los sectores sumado a que no tenemos vuelos hasta septiembre y tenemos cosecha de primicia exportable, que va por avión. La preocupación es por resolver ese tema porque de otra manera sería casi imposible poder exportarla, son embarques de pequeños volúmenes y van en vuelos de pasajeros”.

El presidente de APAMA explicó que “la mayoría de la carga va en vuelos de pasajeros en los espacios libres, al no producirse esos vuelos es muy difícil encontrar ese lugar. También algunas líneas aéreas anuncian que se van del país y eso nos reduce opciones de frecuencias”.

Ante el problema, Pannunzio adelantó que se están realizando gestiones “pero es difícil encontrarle a esto una solución porque hay una falta de conocimiento mundial sobre cómo va a evolucionar esta situación. Estamos trabajando en un convenio con Aerolíneas Argentinas para ver si en los vuelos de repatriados que van vacíos nosotros podemos colaborar enviando algo de fruta a nuestros destinos de exportación”.

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