Fabricante de aviones civiles le hizo un desesperado pedido al Gobierno Nacional para que le autorice probar las aeronaves

El fabricante de aviones civiles Petrel S.A le hizo este martes un desesperado pedido al Gobierno nacional para que le autorice probar las aeronaves producidas que tienen como destino el mercado colombiano, con lo que podría evitar el cierre definitivo de la planta.

Petrel S.A, la única fábrica nacional privada de aviones de la Argentina que fabrica y construye una aeronave diseñada íntegramente en el país, le hizo el pedido al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
 
Desde la firma aseguraron a la agencia NA que el Gobierno nacional se habían comunicado con ellos para asegurarles las operaciones, con la idea de que continúen produciendo, pero eso se demora.
 
Por ello, tras enviarle un mensaje al presidente Alberto Fernández pidiendo una reacción urgente, la empresa insistió este martes con una solicitud al jefe de Gabinete a través de la cuenta que la firma tiene en la red social Twitter.
"Hola Santiago Cafiero. Necesitamos exportar los aviones. Nos dijeron que nos iban a solucionar el problema pero a la hora del decreto colocaron aeroclubes, escuelas de vuelo, talleres aeronáuticos, todos, menos fábricas. Entonces la ANAC no nos autoriza a volar. Está en tus manos", escribió la empresa.
   
Petrel tiene prevista una exportación de ocho aviones a Colombia y otros cuatro a otros países, lo que se configuraría como la primera venta de aviones civiles del sector privado de la Argentina al exterior en más de 30 años.

"Al no poder volar como fábrica, no podemos probar los aviones, ergo, no podemos venderlos. No queremos fundirnos, estamos al borde. Depende de la voluntad política, de vos", le escribieron los dueños de Petrel a Cafiero.
 
Voceros de la empresa radicada en la ciudad bonaerense de Gowland, en el kilómetro 92 de la Ruta Nacional 5 (a 8 kilómetros de la ciudad de Mercedes) aseguran que los responsables directos de su situación son los funcionarios de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), que no responden a su solicitud de poder probar los aviones.
 
Carlos Antonietti, presidente de la compañía, está realizando gestiones en medio de la cuarentena para poder volar, dado que la fábrica debe probar las aeronaves para asegurar su efectividad y recién luego embarcarlos hacia los países de destino.

Antonietti es claro: si las exportaciones no se realizan, la fábrica inaugurada en 2005 corre serio riesgo de cierre, lo que compromete la fuente laboral de unas doce personas calificadas y capacitadas.
 
Esta empresa tiene cuatro modelos de aviones diseñados por sus propios ingenieros aeronáuticos que actualmente son utilizados para instrucción de pilotos, vuelos deportivos y fumigación de campos, con un precio de entre 100.000 y 118.000 dólares.
 
El lunes las autoridades de la fábrica le enviaron un mensaje a presidente Fernández en el que le advierten que tenían previsto exportar los aviones y ahora tienen que tener la fábrica cerrada por la cuarentena, con riesgo de no poder volver a abrirla.

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