La mesa de diálogo de paz oficial y pública entre el gobierno colombiano y el ELN, la segunda organización guerrillera de ese país, comienza hoy en Quito, Ecuador, con ejes iniciales en la participación de la sociedad en las negociaciones y las acciones humanitarias para apaciguar el conflicto, luego de casi cuatro años de contactos exploratorios.
Esta tarde comenzaron a llegar los integrantes de las delegaciones del gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como los representantes internacionales, a la Hacienda Colonial Cashapamba, propiedad de la congregación católica jesuita, en las afueras de la capital ecuatoriana, para el acto de apertura de los diálogos públicos de paz entre las partes, que estaba programado para las 17 (las 19 en la Argentina).
La presencia del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, en el acto tendrá un fuerte valor simbólico, ya que su padre Jorge Cristo Sahium, médico de profesión y senador, fue asesinado por el ELN el 8 de agosto de 1997, y el Estado colombiano fue condenado en 2015 a indemnizar económicamente a la familia y pedir perdón en público por su "desprotección".
Un año antes, el ex guerrillero Gerardo Antonio Bermúdez, alias Francisco Galán, que fue uno de los líderes del ELN, pidió perdón al ministro Cristo por el asesinato de su padre, durante un foro por la paz.
En este sentido, Cristo dijo que viajó a Quito para participar de la instalación de la mesa de diálogo por invitación del presidente Juan Manuel Santos y porque cree que sin perdón en Colombia no habrá paz.
"Quiero creer que en esta oportunidad el ELN sí tiene la decisión de abandonar la violencia; por nuestros hijos ojalá sea así", apostilló, citado por la agencia EFE.
"Hay ánimo pero poco optimismo de los partidos frente a la negociación con el ELN", señaló sin embargo Caracol Radio, y mencionó que, a diferencia de las negociaciones con las FARC que llevaron casi cuatro años en su fase pública, lo que permitió que fueran concluidas por el presidente Santos tras su reelección en el cargo, no pasará lo mismo con las del ELN.
El titular del gobernante Partido de la U, Armando Benedetti, dijo que si bien hay que celebrar el inicio de las fase pública de los diálogos, "hay que ser conscientes de que esta negociación no va a terminar en el gobierno de Santos".
La incógnita es qué hará el Centro Democrático, liderado por el ex presidente Álvaro Uribe, principal opositor al acuerdo de paz con las FARC, e invitado por el gobierno y el ELN a participar en estos diálogos de paz.
En tres ocasiones se invitado al uribismo a participar del diálogo y, el pasado viernes, uno de sus voceros, Carlos Holmes Trujillo dijo que no se descartaba esa propuesta y que en esta semana se resolverían las dudas después de una reunión con el ex presidente.
El senador oficialista Roy Barreras, por su parte, enfatizó que esta vez, a diferencia de lo ocurrido con las FARC, las negociaciones públicas no llevarán cuatro años, "sino que terminarán en 2017".
Las partes han aceptado que no será una negociación fácil y más cuando se va a negociar en medio del conflicto, aunque desde distintos sectores han pedido que se decrete una tregua bilateral para el desarrollo más acelerado de las conversaciones.
Tras el acto de hoy, mañana empezará en firme la negociación y este primer ciclo podría durar un poco más de 40 días para definir los modos de participación social en las negociaciones y el desescalamiento del conflicto.
Sucederá más de tres meses después de que se frustrara el primer intento de instalación de la mesa pública y luego de casi un año de que se conociera abiertamente el acuerdo sobre los diálogos alcanzado por las partes.
Se trata de la continuación de un trabajo que comenzó en enero de 2014 con los diálogos exploratorios que se realizaron en Ecuador, Brasil y Venezuela -con el acompañamiento de los gobiernos de Cuba y Chile- y que sólo se hizo público en marzo de 2016, cuando las partes dieron a conocer el acuerdo y la propuesta de una agenda de seis puntos como hoja de ruta para las discusiones en la mesa.
Sobre el punto de acuerdos humanitarios, la ministra de Trabajo, Clara López, quien se sumó a la delegación del gobierno en calidad de negociadora, aclaró que estas últimas cuestiones, como la liberación del soldado Fredy Moreno, que se produjo ayer, "permiten que la mesa avance".
"Es una muestra y buen augurio porque los gestos humanitarios son los que generan confianza en el proceso", agregó, citada por el diario El Espectador.
Aludía así a la última liberación de un secuestrado que, junto a la del ex congresista Odín Sánchez y la de dos guerrilleros que integrarán la delegación del ELN. Juan Carlos Cuéllar y Eduardo Martínez, así como el indulto a otros dos por razones de salud, Nixon Cobos y Leivis Valero, permitieron superar la impasse que frustró hace tres meses el inicio de esta etapa.